Los Xolos de Tijuana, bajo la dirección del experimentado Sebastián Abreu, llegan a este duelo con un impulso renovado tras vencer 2-0 al Atlas Guadalajara, un resultado que les devolvió confianza en medio de una etapa marcada por la irregularidad, reflejada en una racha reciente de una victoria, un empate y tres derrotas. En su último compromiso mostraron una notable mejoría defensiva al mantener el arco en cero, algo que no lograban desde hacía varias jornadas, evidenciando el trabajo táctico de Abreu en la organización y solidez del bloque posterior. En ofensiva, el equipo ha demostrado capacidad para generar peligro, especialmente cuando actúa en el Estadio Caliente, donde suele exhibir una versión más intensa, agresiva y dominante, factores que buscarán capitalizar para continuar su recuperación.
Los Bravos de Juárez, dirigidos por Martín Varini, llegan a este encuentro en un momento complejo después de caer 1-2 en casa ante Gallos Blancos, resultado que profundiza una racha de una victoria, dos empates y dos derrotas en sus últimos cinco compromisos oficiales, reflejando una marcada irregularidad. El equipo ha mostrado debilidades defensivas, recibiendo goles en cuatro de esos cinco duelos, un problema que Varini busca corregir mediante ajustes tácticos y movimientos posicionales. Aun así, Juárez ha mantenido cierta eficacia en ataque, generando ocasiones y anotando incluso en partidos que no terminan favorablemente, lo que demuestra que, pese a sus falencias, el equipo conserva capacidad para competir y hacer daño en campo rival.
