El equipo bajo la dirección de Jindřich Trpišovský no ha tenido el arranque esperado en la presente edición de la Champions League, sumando únicamente dos puntos tras tres fechas disputadas, producto de dos empates y una derrota. A pesar de haber mostrado dificultades tanto en ataque como en defensa —con apenas dos goles anotados y cinco recibidos—, el conjunto ha empezado a mostrar una leve recuperación en su rendimiento general. En sus últimos cinco compromisos oficiales, acumula dos triunfos y tres empates, evidenciando una mayor solidez y consistencia. Su reciente victoria por 2-0 ante Baník Ostrava en la liga local podría ser un impulso anímico clave para afrontar con más confianza los retos europeos que se aproximan.
El conjunto dirigido por Mikel Arteta está protagonizando una actuación sobresaliente en la fase de grupos, manteniendo un rendimiento perfecto con nueve puntos de nueve posibles y posicionándose entre los mejores del torneo. El Arsenal ha demostrado un equilibrio impecable entre solidez defensiva y eficacia ofensiva, al sumar tres victorias consecutivas sin recibir goles y con un total de ocho tantos a favor. Su fortaleza no se limita al Emirates Stadium, ya que también logró imponerse en su única salida como visitante. Este gran momento se refleja en su racha general, con cinco triunfos consecutivos en todas las competiciones, destacando su reciente victoria por 2-0 ante el Burnley en la Premier League, que confirma el excelente estado de forma del equipo londinense.
