El conjunto escocés dirigido por Danny Röhl atraviesa una etapa muy difícil en la Europa League, donde no ha logrado sumar puntos tras las tres primeras jornadas. Con tres derrotas consecutivas, un solo gol a favor y seis en contra, el equipo muestra un rendimiento claramente insuficiente que compromete seriamente sus aspiraciones de avanzar en el torneo. Su único encuentro como local también terminó en derrota, reflejando las dificultades para hacerse fuerte ante su afición. En su más reciente presentación europea, cayó por un contundente 3-0 frente al SK Brann, evidenciando importantes carencias defensivas y falta de contundencia ofensiva. En el ámbito doméstico, la situación tampoco mejora: su derrota por 3-1 ante el Celtic Glasgow en el clásico Old Firm, tras un 1-1 en los 90 minutos, confirmó que el equipo necesita una reacción urgente si quiere revertir esta tendencia negativa y recuperar la confianza.
La Roma, dirigida por Gian Piero Gasperini, afronta su visita a Glasgow con la obligación de sumar puntos para mantener vivas sus aspiraciones de clasificación en la Europa League. El conjunto italiano acumula tres unidades tras una victoria y dos derrotas, lo que lo sitúa en la 25ª posición de la tabla general. Su rendimiento ha sido irregular, con un balance goleador equilibrado de tres tantos a favor y cuatro en contra, mostrando solidez por momentos pero también ciertas desconexiones defensivas. Aun así, el equipo ha demostrado fortaleza fuera de casa, donde ganó su único partido como visitante en la competición. No obstante, su más reciente actuación europea, una derrota por 1-2 ante el Viktoria Pilsen en el Olímpico, dejó un sabor amargo y expuso la necesidad de mejorar la eficacia ofensiva y la concentración para evitar que se le escapen puntos clave en la recta decisiva de la fase de grupos.
